Nuestra
Historia

Hace casi medio siglo, en la Barranquilla de 1974, nació un sueño: Piko Riko, la cuna del pollo asado más delicioso de toda la costa colombiana. Con su primer restaurante en la carrera 53 con calle 70, se aventuraron a conquistar paladares con su especialidad: pollo asado con bollo y consomé.
El aroma tentador y el sabor inigualable rápidamente se apoderaron de los corazones
de Barranquilla. Pero Piko Riko no se conformó con quedarse en una esquina; expandió sus alas y, para mediados de los años 80, ya contaba con 33 rincones de placer gastronómico en ciudades como Cartagena, Santa Marta y Valledupar.
Cada restaurante era más que un lugar para comer; era un punto de encuentro, un refugio donde la familia y los amigos se reunían alrededor del inconfundible sabor de Piko Riko.
Con el paso de los años, el menú se enriqueció con nuevas delicias: arroz con pollo, las mejores sopas para el desenguayabe y , para sorpresa de todos, el famoso pollo broaster, sí, Piko Riko fue quien le dio a nuestras bocas el privilegio de probar la receta broasted. En 1985, el restaurante número 8 sorprendió a Barranquilla con su innovador pollo frito, marcando un hito en la historia culinaria de la ciudad.
La evolución de Piko Riko no se detuvo ahí. En 1991, el restaurante número 3 revolucionó el servicio al implementar el autoservicio, facilitando aún más el acceso a la delicia de cada día. Alitas, nuggets y otras delicias se sumaron al repertorio, ampliando la sonrisa de sus fieles comensales.
Hoy, tras 49 años de amor y dedicación, Piko Riko sigue siendo el sabor de la tradición que se perfecciona en el tiempo, la pasión culinaria que une a generaciones enteras en un mismo sentimiento: el amor por el pollo.